En colaboración con la fundación Schmidt Ocean, investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) llevan adelante otra la expedición en el fondo del mar. En esta oportunidad, la exploración tiene lugar en la Cuenca del Salado y la Cuenca de Malvinas desde el 14 de diciembre en aguas frente a Puerto Madryn.
Como la vez anterior, la transmisión en vivo causó furor en las redes por las especies que quedaron registradas en las profundidades del mar argentino. La nueva campaña esta integrada por un grupo de científicos del Conicet y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y del exterior, que se encuentran a bordo del buque RV Falkor (too), perteneciente al Schmidt Ocean Institute, con el objetivo de estudiar los ecosistemas más extremos y menos explorados del fondo marítimo.
Los investigadores atraviesan las profundidades hasta los 4500 metros. El viaje es encabezado por la bióloga María Emilia Bravo y participan en total 25 especialistas, de los cuales 17 son argentinos.
Uno de los mejores momentos captados fue el de un pequeño pulpo a 1071 metros de profundidad. “Qué bonito. Se queda tranquilito. Estos pulpos tienen ojos muy complejos. No tiene ningún problema de que lo estemos mirando”, dijo una científica, enternecida por el hallazgo.
Además, tal como había ocurrido en la primera transmisión del Conicet que se volvió viral, encontraron a 996 metros otra estrella de mar “culona” -como ellos mismos la apodaron- que tiene los glúteos marcados. “Señoras y señores, es una estrella culona, chiquita. Es otra Hippasteria. Espectacular. Momento histórico, todavía no hizo mucho ejercicio”, acotó otro de los científicos mientras la cámara enfocaba el ejemplar.





Las transmisiones desde el fondo del mar se realizan en directo, pero no es una emisión continua.
Para poder ver las imágenes que envía el robot sumergido es preciso ir a al canal en Youtube de la empresa Schmidt Ocean Institute. Allí aparecen las distintas especies en el suelo marino y su comportamiento, así como las maniobras operativas del equipo que las transmite.
Las transmisiones tienen una duración determinada y el público puede seguir todos los detalles de la misión en tiempo real.
El trabajo conjunto se realiza a través de un vehículo que se opera de forma remota. Este dispositivo es capaz de capturar imágenes submarinas y tomar material sin alterar el entorno.
Este robot submarino captura imágenes en ultra alta definición, y recolecta muestras biológicas y geológicas con un impacto mínimo sobre el ecosistema. Es la primera vez que este tipo de tecnología se emplea en aguas argentinas del Atlántico Sudoccidental.
La investigación se lleva a cabo con financiamiento internacional y mediante el ROV SuBastian, que captura imágenes de una biodiversidad única, ya que en la zona confluyen la corriente cálida de Brasil y la corriente fría de Malvinas.
De acuerdo a la información del sitio oficial del Conicet, la travesía se desarrolla a bordo del buque de investigación Falkor, provisto con equipamiento oceanográfico de última generación.

